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miércoles, 18 de marzo de 2015

Científicos descubren que el amor provoca cambios hasta en doce áreas del cerebro



Un grupo internacional de científicos asegura haber sido capaz de reconstruir el primer "mapa" de los cambios que se producen en el cerebro por efecto del amor. Para ello escanearon decenas de cerebros de hombres y de mujeres que confesaban estar enamorados, y los compararon con los de otros que habían dejado de amar o que nunca habían estado enamorados.

Del centenar de participante en el experimento, 34 personas estaban enamoradas en ese momento; otras 34 habían roto su relación recientemente y los 32 restantes ni tenían pareja ni se habían dejado cautivar por el amor en toda su vida. Los resultados no dejaron lugar a dudas: los miembros del primer grupo registraron cambios importantes en las áreas del cerebro relacionadas con la recompensa, la motivación, la emoción y las interacciones sociales. O, lo que es lo mismo, el amor provoca cambios en el cerebro, algo que se podía presuponer, pero que ahora se ha demostrado en una investigación publicada en la revista científicaFrontiers in Human Neuroscience.

El uso de un examen de resonancia magnética funcional que mide la actividad cerebral, y que detecta cambios en el flujo sanguíneo, reveló que el amor implica a una docena de áreas del cerebro, con un área -el núcleo caudado- encargado de "poner fin" a las relaciones amorosas. Los investigadores aseguran que este examen podría usarse para diagnosticar si uno está o no enamorado. 

"Nuestro estudio proporciona la primera prueba de las alteraciones relacionadas con el amor en la arquitectura del cerebro. Los resultados arrojan una nueva luz sobre los mecanismos del amor romántico", sostiene el profesor Xiaochu Zhang de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei, líder del estudio, que involucró en total a 100 mujeres y hombres.

Los científicos también probaron que el enamoramiento modifica los niveles de actividad en más de doce áreas distintas del cerebro que se activan de forma coordinada. En principio registraron una gran actividad en una zona denominada córtex del cingulo anterior del hemisferio izquierdo, pero luego un efecto parecido se vio en la amígdala o el núcleo accumbens, pasando por el lóbulo temporal o la corteza medial prefrontal.

(FUENTE: teinteresa.es)

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