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viernes, 10 de octubre de 2014

La mayoría de los reportes de OVNIs son poco serios


Estadísticas internacionales realizadas por expertos en el tema ovni señalan que tan sólo uno de cada 20 casos que se reportan en todo el mundo es considerado real, es decir, que se puede comprobar la naturaleza del video, foto o evidencia que se presenta o bien los testimonios de uno o varios testigos.

A simple vista podría sonar desalentadora esta estadística, pues esto se traduce en que sólo el cinco por ciento de los reportes son auténticos, sin embargo, si tomamos en cuenta que tan sólo en el Reino Unido en la década de 1991 al año 2000 hubo cuatro mil reportes, entonces el panorama cambia considerablemente.

En el caso de ese país europeo, de los cuatro mil reportes, doscientos fueron considerados como casos reales de naves espaciales surcando los cielos de esa parte del mundo, lo cual cobra más relevancia que los otros 3,800.

En EE.UU. la cifra es similar, de acuerdo con un estudio más actual, que abarca del año 2001 al 2010, cuando se registraron 2,500 reportes, varios de ellos por militares y controladores de tráfico aéreo de los principales aeropuertos de ese país.

Sin estadísticas en México

En México no existe una estadística oficial, sin embargo, esto no quiere decir que la cifra pueda ser menor, por desgracia la gran cantidad de reportes falsos desalienta a la gente o le hace generalizar afirmando que ningún reporte es auténtico, y más con los fraudes intencionales que ya se han hecho tanto por personas anónimas a través de internet que suben videos o fotos editadas, o bien por presuntos investigadores que por vender presentan reportes falsos, tal y como ocurrió hace unos años con el famoso “brazalete” de Jonathan Reed, el “alien” del fraccionamiento del Parque en Mérida, o el “extraño ser” de Metepec.

En Yucatán realicé una estadística similar y aunque por el tamaño del estado los reportes son menos, también los resultados se aproximan, ya que por ejemplo en el 2013 de 61 videos o fotos que me mandaron los lectores o bien que recopilé de diversas fuentes, sólo 5 fueron considerados reales, es decir, un ocho por ciento.

Aficionado al tema

Un lector asiduo de esta sección, don Raúl Robles, me comenta atinadamente en una carta que me envió hace unos días, que la única forma de que hayan más reportes es que la gente tenga la cultura de mirar al cielo de vez en cuando.

“Puede pasar un ovni sobre nuestra cabeza, pero si no estamos acostumbrados a mirar al cielo jamás lo vamos a ver, no habrá reportes y, por lo tanto, la investigación de este tema se estancará, aunque claro eso no quiere decir que no existan”.

Por cierto nuestro lector hace tiempo nos compartió dos experiencias ovni que tuvo hace unos años:

“Bueno yo quiero compartirles mi experiencia, en 1980 llegué a Cobá, Quintana Roo, y en 1983 fui testigo de dos avistamientos, uno a no menos de 100 metros y otro a unos quinientos metros”.

“En este lindo pueblito en ese tiempo había solo unas cuantas palapas (chozas), yo llegué ahí a trabajar en un pequeño hotel construido frente a una laguna y a 500 metros de las ruinas de Cobá, con 94 kilómetros cuadrados y cuatro lagunas, hoy en día muy famosas.

“El primer avistamiento fue en la laguna frente al hotel, como a las doce de la noche el cual vimos un nativo del pueblo, que era el velador del hotel, y su servidor, pues andaba checando las áreas.

“Lo que pasó fue que salió una luz muy intensa de la laguna, con mucha rapidez y se elevaron las aguas, las cuales en segundos cayeron como si estuviera lloviendo; nosotros solo nos quedamos mirando sorprendidos y sin decir nada.

“Ya pasado el susto balbuceamos y dijimos ‘nadie nos lo va a creer’ y así fue ni nos pelaron, pero para nosotros fue algo inolvidable, a la en ese entonces mi novia, hoy todavía mi esposa, le platiqué sobre este hecho y también me tildó de loco y tonto, me dijo que viviera con los pies sobre la tierra y que esas cosas no existían.

La novia no le creyó

“Ella no creía en nada de esto y pues a mí me molestó mucho que dudara de mí y así pasó el tiempo, pero no pasó mucho, casi al final del mismo 83 salimos del hotel donde trabajaba, en ese entonces como a las una de la mañana (ya teníamos un niño por cierto); en ese lugar no había luz en el pueblo únicamente en el hotel que se alimentaba con plantas y cuál fue nuestra sorpresa al salir que en las pirámides se veía una luz que cubría gran parte de las mismas.

“Se veía como cuando van entrando a una ciudad y sólo se ve el resplandor que sale, pero muy brillante, a mí me pareció verla entre las dos pirámides donde hoy está la que le llaman ‘El Observatorio’, pues así nos quedamos plasmados y le dije ‘estás viendo lo que yo estoy viendo’ y con un balbuceo me dijo sí y así estuvimos como diez minutos hasta que vimos como se absorbió la luz haciéndose más pequeña y después salió disparada hacia el cielo a una gran velocidad hasta que se perdió en el infinito hasta que ya no vimos más la luz.

“Yo le volví a preguntar a mi esposa si lo había visto, a lo que me contestó que sí con un poco de miedo en su hablar, y le dije ¿ahora si me crees? ‘Sí’ respondió nuevamente e incrédula del suceso. Bueno, así fue mi relato, espero les guste mi experiencia”.

(FUENTE: sipse.com)

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